MONTEVIDEO, Uruguay, jul. 1 (UPI) -- El
director de la Biblioteca Nacional, Carlos Liscano, representó a
Uruguay en la Conferencia Mundial en Marrakech, donde 50 países firmaron
el Tratado sobre Discapacidad y Acceso a la Cultura.
Liscano, representó a Uruguay —en su calidad de presidente del Consejo de Derechos de Autor de nuestro país— en la Conferencia Diplomática realizada en Marrakech, Marruecos, organizada por la Organización Mundial de Propiedad Intelectual (OMPI). En la ocasión, 50 países firmaron el Tratado sobre Discapacidad y Acceso a la Cultura que busca facilitar el acercamiento de las personas ciegas, con discapacidad visual o con otras dificultades a la producción mundial de impresos, según lo explicado por Liscano en diálogo con la Secretaría de Comunicación.
"Se trata de una histórica demanda de la Unión Mundial de Ciegos que respaldó, desde 2009, el Grupo de Países Latinoamericanos y del Caribe (GRULAC), a la par del continente africano", recordó Liscano. El director de la Biblioteca Nacional destacó que el acuerdo permitirá que los más de 300 millones de discapacitados visuales de todo el mundo puedan llegar a obras en formatos accesibles, por lo que constituye un "tratado a favor de los derechos humanos de las personas ciegas, con baja visión y con dificultades para la lectura", así como "una herramienta poderosa para la educación, el entretenimiento y la formación de la gente con estas dificultades", enfatizó.
Conforme a lo establecido en el Tratado, "prácticamente se eliminan los derechos de autor de las versiones digitales producidas en cada país; se puede importar libros digitales sin pagar y hacer traducciones sin pagar derechos de autor", detalló el jerarca. Liscano aseveró que, a continuación, el parlamento uruguayo deberá aprobar, reglamentar y poner en práctica este tratado en nuestro país. Asimismo, el Estado —y, en particular, el Consejo de Derechos de Autor—, deberá desarrollar los mecanismos para "generar esa sensibilidad que todavía no existe" en los gobiernos, las instituciones públicas, las universidades, entre otros organismos que, a raíz del Tratado, están obligados a poner a disposición de estas personas las versiones digitales de las producciones.
Por otra parte, Liscano recordó que en Uruguay solamente el 20 % de las personas ciegas y con baja visión conoce braille, por lo que el 80 % se halla limitado para la lectura. Al respecto, sostuvo que esto constituye otro de los desafíos que en materia de sensibilización deberán plantearse los organismos anteriormente mencionados.
Fuente
Liscano, representó a Uruguay —en su calidad de presidente del Consejo de Derechos de Autor de nuestro país— en la Conferencia Diplomática realizada en Marrakech, Marruecos, organizada por la Organización Mundial de Propiedad Intelectual (OMPI). En la ocasión, 50 países firmaron el Tratado sobre Discapacidad y Acceso a la Cultura que busca facilitar el acercamiento de las personas ciegas, con discapacidad visual o con otras dificultades a la producción mundial de impresos, según lo explicado por Liscano en diálogo con la Secretaría de Comunicación.
"Se trata de una histórica demanda de la Unión Mundial de Ciegos que respaldó, desde 2009, el Grupo de Países Latinoamericanos y del Caribe (GRULAC), a la par del continente africano", recordó Liscano. El director de la Biblioteca Nacional destacó que el acuerdo permitirá que los más de 300 millones de discapacitados visuales de todo el mundo puedan llegar a obras en formatos accesibles, por lo que constituye un "tratado a favor de los derechos humanos de las personas ciegas, con baja visión y con dificultades para la lectura", así como "una herramienta poderosa para la educación, el entretenimiento y la formación de la gente con estas dificultades", enfatizó.
Conforme a lo establecido en el Tratado, "prácticamente se eliminan los derechos de autor de las versiones digitales producidas en cada país; se puede importar libros digitales sin pagar y hacer traducciones sin pagar derechos de autor", detalló el jerarca. Liscano aseveró que, a continuación, el parlamento uruguayo deberá aprobar, reglamentar y poner en práctica este tratado en nuestro país. Asimismo, el Estado —y, en particular, el Consejo de Derechos de Autor—, deberá desarrollar los mecanismos para "generar esa sensibilidad que todavía no existe" en los gobiernos, las instituciones públicas, las universidades, entre otros organismos que, a raíz del Tratado, están obligados a poner a disposición de estas personas las versiones digitales de las producciones.
Por otra parte, Liscano recordó que en Uruguay solamente el 20 % de las personas ciegas y con baja visión conoce braille, por lo que el 80 % se halla limitado para la lectura. Al respecto, sostuvo que esto constituye otro de los desafíos que en materia de sensibilización deberán plantearse los organismos anteriormente mencionados.
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